Esta vez no había secreto que guardar. Todos sabían – Oracle había corrido la voz – lo que iba a anunciar Larry Ellison el domingo por la noche, en la apertura de la conferencia OpenWorld en San Francisco. Cuatro fueron los anuncios: la nueva base de datos Oracle 12c, dos servicios de infraestructura cloud y un servidor de base de datos, Exadata X3. Todo dirigido a demostrar que Oracle tiene una alternativa a las propuestas de “nube sin hardware” que postulan algunos de sus competidores. ¿Cuál es el más importante de los cuatro? En una visión provisional, la gran novedad es la base de datos 12c, que renueva el producto estrella de Oracle por primera vez en cinco años.
El fundador de la compañía la presentó como “un contenedor”, que ofrece la posibilidad de agregar muchas bases de datos, manteniendo sus datos por separado pero compartiendo los recursos de hardware como la memoria y el almacenamiento. El planteamiento económico es sencillo: Oracle 12c [c de cloud] permite a las empresas consolidar sus bases de datos en menos hardware, con el consiguiente ahorro. Según Ellison, comparada con la versión 11, la nueva “requiere una sexta parte del hardware y corre cinco veces más rápido que cualquier otra base de datos”. Sencillo, pero impreciso mientras no se conozca la estructura de licencias de Oracle 12c: el producto no estará disponible hasta comienzos de 2013, pero se supone que responderá a una tarifa en función del número de procesadores en el servidor. Siendo Oracle el proveedor de ambas piezas, tiene presuntamente margen para practicar ajustes competitivos.
Segundo de los anuncios de OpenWorld 2012: habrá dos versiones de la nueva oferta de infraestructura como servicio (IaaS) de Oracle. Una es llanamente una nube pública, que se inscribe en la línea de las ofertas de Amazon, Rackspace y otros, en las que el hardware está localizado en el datacenter del proveedor y abarca los servicios de computación y almacenamiento. La segunda es una nube privada, con la peculiaridad de que replica la primera en el datacenter del cliente: el hardware es propiedad de Oracle, que se hace cargo de las operaciones, incluyendo su actualización, y la seguridad. El selling point – en palabras de Ellison – sobre cualquier competidor, es que en ambos casos se usa exactamente el mismo hardware y el mismo software, ambos de Oracle.
Precisamente esta es una diferencia entre el OpenWorld de este año y la edición 2011: Oracle entra en el mercado de IaaS; Amazon Web Services usa un hardware ´commoditizado`, ensamblado ad hoc, y lo mismo hacen los proveedores de nubes privadas o de plataformas como servicio, como Google o Microsoft por obvias razones de coste, mientras que Oracle condiciona todo a su propio hardware, obviamente más caro. “Vamos a usar nuestro sistema operativo, nuestras máquinas virtuales, nuestros servicios de computación y almacenamiento, sobre nuestros sistemas Exadata, Exalogic y Exalytics, los más rápidos y fiables del mundo”, proclamó Ellison. Quizá fuera el jet lag, o quizá que ya lo sabían, pero la retahila no excitó a los asistentes: muchos anotaban preguntas para los siguientes cuatro días de la conferencia.
La estrategia cloud de Oracle es explicable: se trata de un gigante del software que, desde 2010, cuando compró Sun, compite en el mercado del hardware. HP, el competidor que – mal que les pese a ambos – podría asemejarse formalmente a Oracle, ha optado por un enfoque más abierto: vende hardware propio pero soporta el software de OpenStack. A favor de Oracle juega el hecho de que sus clientes preferirían naturalmente que sus aplicaciones corran sobre la misma infraestructura que aquella usa en su nube pública. Una circunstancia que Ellison citó expresamente: “los gobiernos, y las compañías de sectores regulados, como pueden ser la banca y otros, tienen requisitos específicos – y aplicaciones desarrolladas internamente – que querrán mantener en casa, aunque la infraestructura sea gestionada por Oracle.
De tal modo, el hombre que en el OpenWorld de hace tres años, también en San Francisco, decía aquello de “el cloud computing es una moda de paso y una completa insensatez [a complete gibberish]” ha consumado un giro de 180 grados hasta ser el primero que adopta las cuatro variantes del cloud computing: Oracle ya vende SaaS [en la que los clientes pagan una cuota mensual por usar una aplicación de Oracle a través de Internet], PaaS [en la que pagan una suscripción por alojar sus aplicaciones propias] y ahora IaaS [en la que alquilan el hardware pero deciden el modo de combinarlo con el software].
Otra rectificación de Ellison tiene que ver con la noción de multitenancy [capacidad de mantener separados los conjuntos de datos en un servicio común], fórmula que a menudo ha denostado en intermitentes polémicas con su antiguo protegido Mark Benioff, fundador de Salesforce. El año pasado, Benioff protagonizó un grotesco numerito al ser excluído de OpenWorld. En su parlamento del domingo, Ellison aludió al asunto con cierta gracia: “la palabra multitenancy sigue sin convencerme, pero 12c tiene lo que llamamos plausible databases, que permite a múltiples usuarios coexistir con la máxima seguridad en la misma base de datos, y esto gracias a la virtualización”. Lo comparó con el uso simultáneo de cinturón y tirantes: “los datos están en todo momento aislados y seguros en su privacidad”.
La virtualización de las bases de datos no es una verdadera novedad: ofrece la posibilidad de maximizar el uso del hardware con múltiples instancias en una CPU en lugar de varias. VMware presentó el año pasado su producto vFabric, y en julio lo actualizó para soportar Oracle 10g y 11g en máquinas virtuales. Oracle tiene en su catálogo Exalogic Elastic Cloud y la nueva máquina Exadata X-3 nace con la cualidad de explotar las capacidades de virtualización de 12c, de manera que VMware tendrá que ponerse al día.
Exadata X-3 es, por tanto, el cuarto anuncio relevante de este OpenWorld. O tal vez el más relevante, ya se verá. Mark Hurd, presidente de Oracle y primer responsable de su estrategia de hardware, lo definía días atrás como “algo que nos diferrencia completamente de nuestros competidores”, porque empaqueta potencia de cálculo, capacidad de almacenamiento [por cierto, ¿en qué ha quedado la alianza entre Oracle y EMC?] y una red de alta velocidad, todo en un único chasis, para acelerar el rendimiento de la base de datos. Sus especificaciones son, desde luego, impresionantes: 26 terabytes de memoria (4 terabytes de DRAM y 22 terabytes de flash.
Nace Exadata X-3, indiscutiblemente, como un competidor directo de HANA, la base de datos en memoria de SAP, némesis alemana de Oracle. Dijo Ellison que es más rápido que HANA (y mucho más rápido que los productos analíticos afines de IBM y HP), pero costará mucho menos, a partir de 200.000 dólares. SAP ha desarrollado HANA como alternativa para sus clientes que tradicionalmente han usado las bases de datos de Oracle; es una plataforma en tiempo real para análisis intensivo. La batalla está servida.
El fundamento económico de la nueva estrategia de Oracle no es difícil de discernir. Lo resultados del trimestre cerrado en agosto, han marcado una curva descendente sobre el ejercicio 2011: un 2,4% de descenso de los ingresos, provocado por la caída del 24% en las ventas de hardware – básicamente, la herencia de Sun – por lo que a Exadata X-3 le tocará pelear por la remontada. Más significativo, si cabe, es el hecho de que las ventas de licencias de software crecieron un 5,1%, en contraste con el 16% de un año antes. Ahí se encuentra en parte la explicación de los anuncios del pasado domingo.
Aun así, queda la impresión de que la profunda conversión a cloud computing tiene algo de tardía: los competidores históricos de Oracle han iniciado antes esa marcha, con mayor o menor acierto. Ellison dejó sin responder – quizá lo haga en su segunda keynote, o deje esa tarea a su mano derecha Hurd – por qué razón un cliente del software de Oracle debería preferir su oferta integrada en lugar de mezclar hardware y software de distintas fuentes, y por qué razón una empresa que no sea cliente de Oracle debería ponerse enteramente en sus manos. From the soup to the nuts, comenta un colega.
[información adicional de Mario Kotler, desde San Francisco]